“Tengo 30 años y no sé qué hacer con mi vida”. Reflexionar sobre cambiar de vida a los 30 puede ser más común de lo que te piensas, pero ¿cuál es la mejor manera de iniciar un cambio real?
¿Es realmente demasiado tarde para cambiar de vida?
Para muchos, la llegada de los 30 va acompañada de la necesidad de un cambio y del deseo de volver al ruedo, a menudo nacido de la insatisfacción con la propia situación profesional. Pero el tiempo que queda atrás, quizá ya invertido en una dirección que ya no sentimos nuestra, puede parecer mucho.
Al igual que un jugador de póquer perdedor, tenemos que entender si queremos continuar la partida que estamos jugando, intentando recuperar lo que hemos apostado hasta ahora, o si ha llegado el momento de levantarnos de la mesa antes de que sea demasiado tarde.
Lo que hace falta para cambiar
Las razones para querer cambiar de vida a los 30 años pueden ser muchas, como una decepción sentimental, la pérdida de un trabajo o un largo periodo de desempleo. Pero también es cierto que no es necesario que se produzca un episodio grave para que surja esta necesidad.
Basta con la sensación desmotivadora de estar atrapados en una rutina que no nos pertenece, con el pensamiento vespertino de haber desperdiciado otro día que nunca volverá, de haber tomado decisiones que nos han ido alejando poco a poco de donde queríamos estar hasta que, al mirar atrás, nos preguntamos cómo fue posible estar donde estamos.
Si todo esto le recuerda algo, no se desmoralice.
Para quienes intentan averiguar cómo cambiar de vida y de trabajo a los 30, tengo buenas noticias.
No es demasiado tarde para cambiar de vida.
Si cree que llega tarde, piénselo otra vez. Aunque los años “perdidos” te parezcan muchos, te aseguro que aún no ha llegado el momento de tomar decisiones importantes.
Puede que te digas a ti mismo que es demasiado tarde para cambiar tu vida, pero dentro de cinco años esas ganas de dar un giro a tu vida seguirán ahí… y recordarás este momento con la convicción de que no era tan tarde para hacer algo. Quizá ni siquiera entonces, pero seguro que lamentará no haber tomado una decisión importante ahora.
La mejor manera de cambiar tu vida
Es cierto que hay varias formas de mejorar la situación. Prefiero ir al grano con lo que creo que funciona mejor: una experiencia en el extranjero. Aunque marcharse no es necesariamente la solución a todos los problemas y uno puede hacer muchos cambios en su vida mientras se queda, realmente considero que pasar una temporada fuera de nuestras fronteras es la opción más eficaz para volver a encarrilar nuestras prioridades.
Al salir al extranjero alteramos nuestro entorno, asumimos retos que reactivan nuestra mente, nos redescubrimos a nosotros mismos y nuestras metas. Un viaje, sin embargo, podría no ser suficiente, mientras que mudarse permanentemente podría ser un cambio demasiado grande y difícil de realizar. Por eso, una experiencia en otro país de unos meses es el compromiso adecuado: te permite vivir un periodo de prueba para explorar nuevos rumbos y encontrar el que más te convenga.
Si además decides combinarlo con prácticas en el extranjero, podrás experimentar nuevas áreas profesionales, clarificando tu futuro y, de cara a tu regreso a España, mejorando tu CV.
Sé que estás pensando en todas las razones para no hacerlo. Puede que haya algo que te retenga, como la familia o una relación, o problemas financieros. Solo puedo decirte que ante la posibilidad de renacer y cambiar de vida a los 30 con una experiencia en el extranjero y recuperar la tranquilidad, solo tú puedes entender qué necesitas y cuándo una motivación se convierte en una excusa.
¿Qué experiencia en el extranjero cambiará su vida?
El periodo en el extranjero que puede desencadenar el cambio que buscas en tu vida puede adoptar muchas formas. Elegir el que más le convenga depende de lo que busque. Intenta orientarte entre las experiencias que pueden dar un nuevo rumbo a tu futuro, pensando en lo que realmente quieres hacer:
Working Holiday Visa
Viajar en libertad gastando poco.
Un visado Working Holiday le permite viajar financiando parte de su estancia trabajando en el país. Tú decides cuánto tiempo te quedas en un lugar, viviendo la experiencia a tu propio ritmo.
Trabajar en el extranjero
Un nuevo estímulo profesional.
La experiencia laboral internacional te dará la oportunidad de probar nuevos rumbos profesionales, incluso sin requerir ninguna cualificación especial. Además, con un programa Alla Peer recibirás alojamiento y comida y quizás una pequeña compensación cuidando de los niños.
Voluntariado en el extranjero
Marcar la diferencia en el mundo.
Los proyectos solidarios pueden combinar tu deseo de cambio con la posibilidad de ser útil en el mundo. Hay distintos tipos: puedes elegir, apoyar a los niños, dedicarte a la protección de los animales, salvaguardar el medio ambiente…
En todo el mundo
Ver tantos lugares como sea posible.
Si te interesa una experiencia completa, puedes optar por visitar varios países combinando cursos de uno o varios idiomas y proyectos solidarios. Así podrá enfrentarse a realidades muy distintas y conocer nuevas culturas y formas de vida.
Si no es a los 30, ¿cuándo cambiarás de vida?
Recuerda que, aunque 30 años no es una edad temprana, puede que ahora sea la primera vez que tomas las riendas de tu vida. He visto a muchos hacerlo, y haberles ayudado en esta elección es la razón por la que amo mi trabajo.
Por eso espero haber podido darte el impulso adecuado para que te plantees esta importante decisión con la que puedes cambiar de vida a los 30 años. Para vivir sin remordimientos y sin la sensación imborrable de haberse conformado, hace falta valor. Así que da el salto.
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